¡¡Hola lectores!! ¿Cómo estáis? Hoy os traigo la reseña de uno de mis libros favoritos.
Su autora, Katherine Neville.
Abadía de Montglane (Sur de Francia), 1790.
Mireille de Rémy y su prima Valentine, novicias de la abadía, llegan tarde a la
reunión que ha concertado la abadesa de Montglane. Está preocupada porque, al
estallar la Revolución Francesa, se han empezado a saquear los conventos y las
abadías. La abadesa piensa que los saqueadores van detrás de un secreto que
lleva escondido durante mil años. Bajo las piedras de la abadía se esconde el
ajedrez de Montglane, que perteneció al Gran Carlomagno. Quién consiga el juego
adquirirá un gran poder que se dice que está escondido en sus piezas. Pero si
cae en malas manos puede ser muy peligroso. Por eso, la abadesa decide
desenterrar las piezas y repartirlas por muchos lugares para que su poder nunca
sea liberado. Mireille y Valentine serán las encargadas, entre otras monjas, de
esta importante misión.
Nueva York, 1972. Catherine Velis
trabaja como experta en informática. La empresa la destina a Argelia. Antes de
partir, una misteriosa pitonisa le lee la mano y le advierte que un gran
peligro la acecha. Al mismo tiempo, un amigo le pide que, en Argelia, le
consiga unas piezas de ajedrez muy valiosas. Esas piezas pertenecen a un
antiguo ajedrez que alguien está intentando reunir. Cat acepta sin saber que se
está adentrando en un juego peligroso dónde ese ajedrez es el primer premio. Nuestra
protagonista, junto a Alexander Solarin y su amiga Lily luchará por encontrar
esas piezas antes que el equipo contrario y por desentrañar su oscuro secreto.
Descubrí este libro gracias a mi hermana, que me lo recomendó cuando yo era bastante más pequeña (unos 13 años). Ella sabe que me gustaba y me gusta mucho el ajedrez y pensó que el libro era perfecto para mí. Y no se equivocaba, pues me encantó. Tuve que comprar mi propio ejemplar porque quería tenerlo en mi estantería. Es un libro difícil de reseñar, pero voy a hacerlo lo mejor que sepa.
Para empezar, admiro el gran trabajo de documentación de la autora. El libro es bastante largo, puesto que cuenta dos historias a la vez (pasado 1790- presente 1972), pero la investigación que ha hecho, tanto de ajedrez, como de otras muchas cosas, es brillante. Al menos, en mi opinión.
Como hemos dicho, la historia se divide en dos. Por un lado tenemos a Valentine y Mireille, novicias de la abadía de Montglane. La Revolución Francesa está en pleno apogeo y la Comuna de París ha aprobado la ley de confiscación, que permite a los revolucionarios saquear conventos, iglesias o cualquier institución religiosa. Todo comienza cuando la abadesa reúne a todas las monjas de la abadía para contarles el verdadero motivo de la ley de confiscación: el ajedrez de Montglane. El ajedrez, traído de los países árabes mil años atrás, fue un regalo a Carlomagno, el conquistador. Se dice que el ajedrez alberga un secreto oscuro que puede acabar con los hombres. Y por ese mismo motivo, mucha gente va tras él. Así, la abadesa decide desenterrar el ajedrez y dividirlo por Europa, dándole a cada monja una parte. Valentine y Mireille marchan a París a casa de su padrino con dos trebejos y un secreto porque el que muchos están dispuestos a matar.
Después está el presente. Catherine Velis vive en Nueva York trabajando como informática y una Noche Vieja, una extraña pitonisa le dice que corre peligro, que el juego a vuelto a comenzar. Sin comerlo ni beberlo, Cat acaba metida de lleno, junto con su amiga Lily, en la lucha por las piezas de un mítico ajedrez que lleva siglos perdido. Para ayudarla, contará con la ayuda de Alexander Solarin, un Gran Maestro de ajedrez ruso, que tiene muchas pistas para desentrañar el misterio.
Tenemos un ajedrez maldito y mucha gente tras él, tanto en una época como en la otra. Esto, señoras y señores, pinta bastante bien. Las dos historias se van desarrollando paralelamente hasta que, de una forma u otra, acaban reuniéndose en un mismo punto. Katherine Neville ha trasladado una partida de ajedrez gigantesca a la historia, convirtiendo a los personajes -todos ellos- en trebejos y al mundo en el tablero. Los que representan piezas blancas son malos, los que representan las negras son buenos. Fácil y sencillo. Bueno, no del todo. Cada vez que sale un personaje nuevo, no lleva una camiseta que ponga "KEEP CALM AND TEAM WHITE, BITCHES". Aunque deberían. El caso es que al final, casi todo el mundo sabe de la existencia del dichoso ajedrez.
Como hemos dicho, la historia se divide en dos. Por un lado tenemos a Valentine y Mireille, novicias de la abadía de Montglane. La Revolución Francesa está en pleno apogeo y la Comuna de París ha aprobado la ley de confiscación, que permite a los revolucionarios saquear conventos, iglesias o cualquier institución religiosa. Todo comienza cuando la abadesa reúne a todas las monjas de la abadía para contarles el verdadero motivo de la ley de confiscación: el ajedrez de Montglane. El ajedrez, traído de los países árabes mil años atrás, fue un regalo a Carlomagno, el conquistador. Se dice que el ajedrez alberga un secreto oscuro que puede acabar con los hombres. Y por ese mismo motivo, mucha gente va tras él. Así, la abadesa decide desenterrar el ajedrez y dividirlo por Europa, dándole a cada monja una parte. Valentine y Mireille marchan a París a casa de su padrino con dos trebejos y un secreto porque el que muchos están dispuestos a matar.
Después está el presente. Catherine Velis vive en Nueva York trabajando como informática y una Noche Vieja, una extraña pitonisa le dice que corre peligro, que el juego a vuelto a comenzar. Sin comerlo ni beberlo, Cat acaba metida de lleno, junto con su amiga Lily, en la lucha por las piezas de un mítico ajedrez que lleva siglos perdido. Para ayudarla, contará con la ayuda de Alexander Solarin, un Gran Maestro de ajedrez ruso, que tiene muchas pistas para desentrañar el misterio.
Tenemos un ajedrez maldito y mucha gente tras él, tanto en una época como en la otra. Esto, señoras y señores, pinta bastante bien. Las dos historias se van desarrollando paralelamente hasta que, de una forma u otra, acaban reuniéndose en un mismo punto. Katherine Neville ha trasladado una partida de ajedrez gigantesca a la historia, convirtiendo a los personajes -todos ellos- en trebejos y al mundo en el tablero. Los que representan piezas blancas son malos, los que representan las negras son buenos. Fácil y sencillo. Bueno, no del todo. Cada vez que sale un personaje nuevo, no lleva una camiseta que ponga "KEEP CALM AND TEAM WHITE, BITCHES". Aunque deberían. El caso es que al final, casi todo el mundo sabe de la existencia del dichoso ajedrez.
No voy a contaros mucho más, porque cualquier detalle podría spoilearos algo. El libro se lee bastante ameno, aunque hay alguna parte que no me interesaba mucho. Sin embargo, la mayoría del tiempo las páginas se pasaban sin darme cuenta. Además, el pasado era bastante entretenido porque salen de vez en cuando personajes reales que son importantes en la historia: Robespierre, Napoleón, William Blake, Jacques-Louis David, Catalina La Grande... La autora ha unido realidad y ficción de tal forma que muchos de ellos acaban siendo piezas en la partida.
En cuanto a las dos protagonistas... Mireille representa el poder que tiene el ajedrez en las personas. La obsesión que puede llegar a consumir a una persona con tal de reunir las piezas. Aunque las intenciones de Mireille eran buenas, el ajedrez acaba con su vida y trata de hacer lo mismo con las que la rodean. Es muy anillo de poder en El señor de los anillos. Sin embargo, Mireille demuestra una fortaleza asombrosa y una tenacidad increíble para impedir que el ajedrez caiga en malas manos.
Cat en cambio no ha pedido entrar en el juego, pero acaba teniendo que jugar por sobrevivir. Digamos que es un peón reticente. Sin embargo, antes de que pueda negarse, se dará cuenta de que los que la rodean también están hasta el cuello en la lucha por el ajedrez. Y será decisión suya el destino de todos ellos.
Y bueno, ya paro. Solo mencionar la pluma de la autora. Es directa, y las explicaciones históricas y científicas las trata de hacer muy simplificadas (lo que pasa es que yo para las matemáticas soy nula). Además, escribir un libro en dos épocas, unirlas, y no volverte loca en el intento es digno de admiración (lo digo tanto para ella como para los escritores que lo hacen).
Así que yo os recomiendo el libro con los ojos cerrados. Hay historia, acción, amor y mucho ajedrez. Nada más que decir.
¡¡Hasta
otra!!
HOLAAAAAA!
ResponderEliminarNunca había escuchado hablar sobre este libro *O*
A mí también me gusta mucho el ajedrez, así que te agradezco tu reseña porque no dudaré en conseguir leerlo ^^
Besitos , nos leemos.
Roci.
No conocía el libro pero tampoco es que sea mucho de mi estilo :/
ResponderEliminarUn beso :D
Hola, gracias por la reseña, no me llama mucho la verdad.
ResponderEliminarBesos
En mi casa lo han leído y ha gustado mucho, a ver lo agarro algún día.
ResponderEliminarEn mi casa lo han leído y ha gustado mucho, a ver lo agarro algún día.
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