martes, 14 de enero de 2014

LA LLUVIA EN TU HABITACIÓN

¡Hola, amantes de la lectura! Hoy os traigo un drama juvenil que aterrizó en España el verano pasado, de la mano de la Salamandra. "La lluvia en tu habitación" de Paola Predicatori.


A sus diecisiete años, Alessandra ha vivido una de las experiencias más dolorosas: el cáncer se ha llevado a su madre y ahora se encuentra entre la aceptación de una pérdida insoportable y un agudo sentimiento de abandono. Al reincorporarse al instituto, en un impulso se sienta en el último pupitre junto a Gabriele, ese chico al que todos llaman Cero: cero palabras, cero estilo, cero notas. Un tipo silencioso, solitario e ignorado por todos, considerado el perdedor de la clase, aunque él parece no darse por aludido. Alessandra se convierte así en la nueva habitante de Cerolandia, el país de la nada, de las sombras, del olvido. Cero la acoge con una indiferencia que ella agradece, aunque poco a poco, esa indiferencia va suscitando en ella una curiosidad tan irresistible como insidiosa, pues interfiere en su dolor y llama a la puerta de su obstinada soledad. El vínculo que se crea entre los dos, un extraño pacto tácito de amistad, va más allá de la atracción romántica y, para Alessandra, el primer invierno sin su madre cobra una nueva perspectiva que le devuelve las ganas de vivir.


Antes de hablaros del libro, quiero mencionar la portada. Me parece bastante bonita y acorde con la historia. Es invierno, la chica está, por así decirlo, sola en Cerolandia... Vale. Pero por qué esos ojos tan tremendamente azules. Me dan grima. 

Dejando de lado el tema portada... el libro es en sí perfecto. El libro alterna el día a día de Alessandra con los recuerdos que comparte con su madre. Mientras Alessandra nos explica qué ve día a día, otras veces me sorprende hablando directamente con su madre a través de la narración, dirigiéndose a ti como si tú fueras esa mujer que ha sido vencida por el cáncer. También me sorprende ver cómo Paola Predicatori abre en canal, emocionalmente hablando, a Ale, y muestra todo lo que los adolescentes pensamos sobre las madres. A veces son pesadas, a veces nos dan motivos para pensar <<qué vergüenza>>, pero por otro lado, sin ellas no seríamos capaces de vivir. 

Su forma de narrar, tan delicada pero, a la vez tan humana, es capaz de introducirte en su drama particular sobre la pérdida de su madre, cosa provoca una gran empatía y dolor. Sí, también dolor. Imaginarte en su lugar te hace valor lo que tienes, lo que puedes perder para siempre. Por desgracia, estoy segura que muchos lectores han vivido lo que Ale describe, y seguramente les habrá tocado más la fibra sensible que a mí, que lloré bastante con esta novela.

Aunque parezca increíble, la historia romántica entre Ale y Gabriele no es el pilar fundamental de la novela. Será la luz al final del túnel de Alessandra, una amistad extraña que va más allá de una simple atracción física. Gabriele es un chico complicado, callado, demasiado reservado, que esconde su fondo dulce y lleno de traumas y rabia con un envoltorio de chico malo. 

Si a eso se le suma que Ale está bastante desorientada en su vida por todo lo ocurrido, junto con la presencia de Sonia y Gio, su extraña historia de amor se verá truncada más de una vez. Su <<romance>> no es exactamente lo que yo esperaba. Pero me ha gustado bastante.

Predicatori nos sorprende mostrando cómo son realmente muchos adolescentes. Sonia y Gio son la viva personificación de esas personas que van de amigas, pero en realidad te critican a sus espaldas. Gente superficial que sólo busca popularidad, sentirse superior, que está acostumbrada a salirse con la suya (sí, los autores italianos nos suelen mostrar muchas veces estos personajes pijos y que se creen reyes del mundo...). Es justo lo contrario a lo que es Ale, incluso de Gabriele. 

Cuando la novela termina, nos encontramos con una Ale más animada. Los recuerdos ya no duelen tanto como antes, incluso ahora es capaz de sonreír si piensa en su madre. 

Por otro lado, el final me decepcionó en parte... y por otra, no. Podrían faltarle un par de capítulos, sí. Hay muchas preguntas sin resolver, sobre todo en relación a Gabriele. Predicatori nos deja con un sabor agridulce, porqué no nos cuenta qué ocurrirá en un futuro con Alessandra y Cero. Pero por otro lado, creo que es mejor así. No sé qué final podría tener esta relación entre los dos habitantes de Cerolandia si su conexión se basa en pocas palabras, muchas miradas y algo de sexo. Creo que una relación real entre ambos protagonistas, viendo lo que hemos visto de ambos, no sería viable. 

Es un libro tan bonito, tan perfecto, tan sensible y tan humano, que os lo recomiendo con los ojos cerrados. No lo volvería a leer una segunda vez, quizá porqué imaginar la pérdida de un ser querido tan cercano no es algo que me atraiga mucho, porqué me pone sensible y soy de lagrimilla fácil, pero os aseguro que si le dais una oportunidad, os veréis pasando un acogedor, doloroso pero precioso invierno en Cerolandia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Hola! Tus comentarios nos ayudan a crecer y ¡nos hacen muy felices! Pero recuerda, respeto hacia el resto de lectores y nada de spam.

¡Muchas gracias!^^