¡¡Hola lectores!! Hoy os traigo
la reseña de un libro distinto, un libro que invita a reflexionar, como todo lo
que hace su autor, Neal Shusterman.
Título original |Challenger Deep
Autor| Neal Shusterman
Precio | 16,00 €
Formato | Papel
Páginas | 408
Encuadernación | Rústica Hilo
Fecha de publicación | 02-mar-2017
Caden Bosch viaja en un barco que lo lleva al punto más profundo de la Tierra: el abismo Challenger, en la fosa de las Marianas.
Pero al mismo tiempo, Caden Bosch es un alumno brillante de secundaria que ya no se comporta como los demás. Sus amigos comienzan a evitarlo.
El capitán del barco nombra a Caden artista residente: su trabajo es documentar el viaje con sus dibujos.
A la vez, Caden pretende unirse al equipo de atletismo del instituto, pero pasa la mayor parte del tiempo merodeando por la ciudad sin rumbo, absorto en sus pensamientos.
Caden es dos personas a la vez. Sus antiguos amigos creen que se ha vuelto loco. Y debe sumergirse hasta el rincón más hondo de su mente, cueste lo que cueste... para salir a flote.
Si no conocéis a Neal Shusterman,
os diré que es el autor de la tetralogía Desconexión, también publicada por
Anaya. Esos cuatro libros me encantaron y el autor se convirtió en uno de mis
favoritos en literatura juvenil. Así que, cuando vi que tendríamos en España
otro libro del autor, dije: OMG SÍ.
“No importa lo racional que
parezca el mundo, uno nunca sabe cuánto caos se esconde a la vuelta de la
esquina”
El libro es autoconclusivo en
esta ocasión y, aunque no tiene nada que ver con Desconexión, mantiene la esencia de Shusterman, esa que invita a la
reflexión, y esa pluma que engancha sin que apenas te des cuenta. Capítulos
cortos y narración fluida. Cuenta mucho en pocas palabras y no puedo más que
maravillarme con su prosa.
El protagonista es Caden Bosch,
un chico de quince años que parece estar en dos sitios a la vez. Por un lado, se
encuentra con su familia, en su casa de toda la vida, va al instituto y tiene
amigos. Por otro, se encuentra en un barco perdido en medio de ninguna parte, a
las órdenes de un capitán gruñón, un loro demasiado listo y muchos más
tripulantes, rumbo a la Fosa de las Marianas. El objetivo de ese viaje en barco
es sumergirse en lo más profundo del Abismo Challenger. En ese barco las cosas
no son lo que parecen, pero tampoco lo son en la realidad. Llega un momento en
el que arriba es abajo y viceversa (esto me ha quedado muy Alicia en el país de
las maravillas).
El mundo de las enfermedades
mentales es complicado y el autor lo aborda desde muchos ángulos, a través de
las dos realidades de Caden. Vemos como, poco a poco, el protagonista va
cayendo en el pozo oscuro que es su mente y día a día le cuesta cada vez más
distinguir que es real y que es ficticio. Vemos esa progresión y también vemos
cómo lo pasa la gente que está alrededor de Caden: sus padres, amigos, médicos…
Pero también los del barco: el capitán, el loro, el oficial de derrota, el
grumete, incluso el propio barco. Todos tienen un papel que desempeñar. Pero
cuesta averiguar cuál es.
“A los chicos muertos se los
coloca sobre pedestales, mientras que a los chicos con una enfermedad mental se
los esconde bajo la alfombra”
Me gusta mucho cómo lo ha
planteado el autor, como nos deja entrar en la mente de Caden para que vivamos
con él el viaje hasta el Abismo, mientras sus demonios tratan de engullirlo. El
enfoque me ha parecido muy bueno y no he conseguido despegarme del libro hasta terminarlo. Durante la historia vamos viendo dibujos,
que son los que Caden va dibujando para sacarse las cosas que lo atormentan de
la cabeza, y nos ayuda a hacernos una idea de lo que nos está contando.
No voy a desvelar más, tenéis que
verlo por nosotros mismos. Pero Neal Shusterman da una lección muy valiosa a
través de este libro, y creo que es una maravilla, al igual que la historia que
lo ha inspirado y que me ha dejado sobrecogida. Porque en este libro, ya os lo
digo, no hay nada ficticio.
“Don Quijote, el famoso loco
literario, luchó contra molinos de viento. La gente piensa que veía gigantes
cuando los miraba, pero aquellos de nosotros que hemos pasado por eso sabemos
la verdad. Vio molinos de viento, exactamente igual que cualquiera, pero él
creyó que eran gigantes. Y lo más aterrador de todo es no saber nunca lo que de
repente vas a creer”
Yo os lo recomiendo con los ojos
cerrados. Atreveos a bajar hasta el fondo del Abismo Challenger junto a Caden.
5/5
*Muchísimas gracias a Anaya por el ejemplar*
¡¡Hasta otra!!