PRINCESA MECÁNICA

¡¡Hola lectores!! Os traigo el desenlace de Cazadores de Sombras, Los Orígenes. ¿Qué pasará en Princesa Mecánica?

Tessa Gray debería sentirse inmensamente feliz… ¿no se sienten así todas las novias?

Prometida a Jem, sigue recordando las palabras de Will al declararle su amor. Está confundida. Pero los planes de Mortmain, que necesita a la chica para acabar con todos los Cazadores de Sombras, cambiarán el destino de Tessa… Si la única manera de salvar el mundo fuera destruyendo a quién más ama… ¿lo haría?

Bueno, deciros para empezar que Los Orígenes me gustan más que la saga original. Y con esto no quiero decir que Los Instrumentos Mortales no sea genial. Pero es que esta trilogía ha sido puro amor. Creo que Cassandra Clare lo ha dejado todo muy cerrado. Ha hecho un gran trabajo.

Ya os he contado mi amor por las portadas de Cazadores de Sombras. Aquí Tessa está perfecta. También os he dicho que me encanta la forma de escribir de Cassandra Clare. Esa mujer es magistral. Y la forma en la que, de repente, une aún más si cabe las dos sagas… Increíble. Espero que en el último de la saga original, ambas historias, se vuelvan a unir de esa forma. Me encanta.

Pero bueno, hablemos de la historia. El libro empieza con un prólogo en el que unos Jem y Will de niños se conocen. Jem consigue lo que nadie ha logrado hasta el momento: llegar a un Will cerrado y distante. Esta pareja emula la amistad y el verdadero significado de la palabra parabatai. Su lazo de unión es tan fuerte que te emocionas. Mucho.

Tessa está prometida con Jem mientras Will sufre en silencio una agonía. Y ella siente su corazón divido en dos mitades. Les ama a los dos. Ella no quiere que sufran por su culpa pero es inevitable que alguno lo haga. Y tú estás igual que ella. Porque, ¿A quién odias? A ninguno. Yo estaba con Will pero es imposible no querer también a Jem. Y sientes lo que siente Tessa. Es imposible no ponerte en su lugar.

Will. El pobre está sufriendo lo indecible. Te dan ganas de entrar en el libro y darle un abrazo. Es tan honorable lo que hace… Ama a Tessa pero no provocará el sufrimiento de Jem. Lo pasará él mal si hace falta. Jem es su hermano, su mitad, su parabatai. Al que se lo debe todo. Se dejará la piel por encontrar una cura para Jem, aunque pierda a Tessa para siempre. Y si tiene que apretar los dientes y dejar como el amor de su vida se casa con otro, lo hará. Por si no quedó claro en la reseña de Príncipe Mecánico, ADORO A WILL.

En cuanto a Jem… ha hecho algo que podría ser catastrófico. Su enfermedad se agrava y la droga que lo alivia está en poder de Mortmain. Digamos que el malo malísimo tiene la sartén por el mango. Y Jem hará algo sorprendente. Cuando me leí Princesa Mecánica ya me había acabado Ciudad de las almas perdidas, el quinto libro de la saga original, y mi cara fue un poema. Hay cierto personaje al que ves con nuevos ojos. Cuando me acabé Princesa Mecánica, lo primero que hice fue leerme una conversación que mantienen Clary y ese personaje en particular. ¿Sabéis a qué me refiero? Todo adquiere un nuevo significado. Cassie es una genia.

También tenemos nuevos y viejos personajes. Recordaréis que el final del segundo libro llega con la aparición de Cecily Herondale, hermana de Will. Cecily ha venido al Instituto con un objetivo muy claro, y no descansará hasta conseguirlo. Pero, quizá las cosas no salgan cómo había planeado. Gabriel, Gideon, Sophie y, por supuesto, nuestro Magnus Bane también tienen su papel en esta historia. El momento “pillada” de Magnus es total.

En fin, un final de trilogía fabuloso en el que no puedes despegarte del libro hasta que llegas a la última página. Y con el que te entra la curiosidad por lo que pasará en la saga original. Un final digno de esta trilogía. Sí, ya sé lo que me vais a decir. El epílogo es What The Fuck. Y tenéis razón. Yo lloré mucho en el epílogo. Pero eso es lo que buscaba Cassie, emocionarnos. Y creo que lo consiguió. Hubiese estado muy bien el final del último capítulo. Es precioso. Pero me da la sensación de que, sin ese epílogo, no hubiese sido lo mismo. ¿Me entendéis?

¡¡Hasta otra!!