El valor de la literatura juvenil

¡¡Hola lectores!! El otro día una compañera de clase y yo publicamos un artículo de opinión para una asignatura de la universidad. Por el tema que estamos tratando, quería compartirlo con vosotr@s:

Cuenta la leyenda que los jóvenes no leen. Cuesta creerlo cuando una gran proporción de adolescentes se hacen eco en blogs literarios y canales de Youtube, tienen las estanterías llenas de libros o aparecen en masa a las firmas de libros de sus autores favoritos. “Fueron los libros los que me hicieron sentir que quizá no estaba completamente solo”, es el pensamiento que muchos jóvenes comparten con Will Herondale de Príncipe Mecánico de Cassandra Clare.

Sagas como Cazadores de sombras o Los Juegos del Hambre son los nuevos booms en el mundo de la literatura juvenil. Pero hay quien trata este género de simple entretenimiento barato que no aporta nada constructivo. Sin embargo, los que opinan eso son personas que solamente conocen los Best Seller más famosos y que no saben mirar más allá de ellos. Así pues, ¿la literatura enseña a parte de entretener?

Todo apunta a que la respuesta es sí. Si tenemos en cuenta un estudio publicado en el Journal of Applied Social Psychology, los niños y adolescentes que leen o han leído Harry Potter tienen menos prejuicios contra los grupos minoritarios. La investigación, liderada por Loris Vezzali en la Universidad de Modena y Reggio Emilia, ha demostrado que los adolescentes comparan a los ‘sangre sucia’ con grupos que sufrían injusticias, como los inmigrantes o gays; y a Voldemort con ciertos líderes radicales como Hitler.

En 2012, en Argentina se vendieron un millón y medio de libros por un valor de 85 millones de pesos (casi 8 millones de euros) destinados a los jóvenes que tienen entre 12 y 17 años, según el Observatorio de la Industria Editorial de la consultora Promenage. Este dato demuestra que los jóvenes leen más de lo que la sociedad piensa, e incluso se llegó a la conclusión de que eran ellos los que sostenían gran parte de la industria editorial.

Así pues, ¿cuál es el atractivo de la literatura juvenil? Un estilo hecho para jóvenes. La idea base de un libro destinado a adolescentes no puede tener una prosa farragosa. Si quieres que un joven coja un libro por propia voluntad, tienes que darle algo con lo que disfrute leyendo. No es de extrañar que los estudiantes aborrezcan leer si las lecturas obligatorias en el instituto se basan en La Celestina. Está claro que los clásicos son imprescindibles para conocer cultura, pero primero, hay que hacer que el joven se interese por la lectura y luego, él mismo decidirá si lee un clásico o no. El castellano antiguo no es el mejor aliciente para alguien de 15 años.

Y cuando el cambio de chip se produjo, el mercado literario juvenil explotó cual bomba nuclear. Ahora las librerías tienen su propia estantería para libros juveniles, bien diferenciada de la infantil. Las portadas son atrayentes, llenas de colores y símbolos con los que los fans pueden identificarse fácilmente, como el Sinsajo, la Runa Angelical, o las Reliquias de la Muerte, etc. Además, la pluma de los autores es cercana y sencilla. Una prosa con la que no te entran ganas de echarte la siesta o de arrojar el libro por la ventana. Una narración que, aunque parezca simple, te enseña a escribir tan bien como Cien años de soledad. La lengua evoluciona como un ser vivo, al mismo tiempo que lo hace la sociedad y no se puede pretender que la escritura no cambie con ella.

Los libros ofrecen diversas historias que te hacen vivir experiencias y ver las cosas a través de los ojos de distintos personajes y sus diferentes formas de pensar, lo que te hace abrir la mente y ser más empático. En la literatura juvenil encontramos diferentes argumentos, cada uno con algo que lo hace especial y con un elemento en común: conseguir que el lector se sienta parte de la historia.

En definitiva, no se puede esperar que la literatura juvenil ofrezca narraciones complejas como las de los clásicos puesto que los tiempos cambian y la lengua debe hacerlo con ellos. Si queréis valores, la literatura juvenil es tan buena como cualquier otra. Si queréis información y datos, coged lecturas de otros géneros.

¿Qué os parece? ¿Estáis de acuerdo con nosotras?

¡¡Hasta otra!!