PATAS DE ALAMBRE

¡Hola, amantes de la lectura! Hoy os traigo otra breve reseña de un relato romántico muy breve que os leeréis en un parpadeo: Patas de alambre, de Isabel Keats.

¿Qué ocurriría si, de pronto, tuvieras a tu merced al mismo chico, ahora convertido en un hombre peligrosamente atractivo, que te hizo la vida imposible en el instituto? ¿Te vengarías, o por el contrario...?

Ay, lectores, la portada me encanta. Es tan sencilla, es tan bonita e inocente... y encaja tan bien en esta época tan navideña, que encaja tan bien en la protagonista femenina, que admito que me enamoró. Y el relato también me tocó el corazón.

Alexander Hamilton es un hombre multimillonario que pese a tenerlo todo, es gruñón e irascible. Le falta algo en su vida, pero no descubre qué hasta que se ve obligado a pasar las semanas previas a Navidad en la cama, bajo los cuidados de una mujer especial... y tan especial, porque Nina es la mejor amiga de su hermano pequeño y, a la vez, la chica que él había incordiado durante todo el instituto llamándola... Patas de Alambre.

Nina tiene a Alexander a su merced, porque él tiene medio cuerpo escayolado y ella será la enfermera encargada de cuidarle. Aunque no es inmune a ese cuerpo de infarto y a esa voz tan sexy... Pero no podía verle de esa manera: él la había hecho sufrir mucho con sus comentarios hirientes de joven. Pero Patas de Alambre se fue y con ella todos sus miedos y su rencor; ahora vemos un ave fénix, una mujer que es capaz de perdonar el pasado y hacerse amiga de su paciente y viejo conocido. 

Pero descubrir que aquella mujer es la única que ha ocupado su corazón desde niña, juntamente con los celos, hará que Alexander pierda la cabeza y pierda a su musa, a la única mujer que le calienta la sangre y el corazón. ¿Podrá Nina perdonarle una vez más que haya vuelto a partirle el corazón o se alejará para siempre de aquel Grinch guapísimo que tanto la ha atormentado? ¿Venganza o...?

Os dejo que descubráis este breve historia que toca el corazón y cuyo mensaje final, que dejo que lo descubráis vosotr@s mismos, es admirable. Aunque admito que me hubiera gustado ahondar más en estos dos personajes y que este romance fuera más largo, no puedo quejarme porque Isabel Keats ha vuelto a dejarme patidifusa y encantada. Recomendado con los ojos cerrados.