¡¡Hola lectores!! Hoy os traigo
el tercer libro de la serie “Las reglas de los canallas” que nos trae Ediciones
Versátil. Su autora, Sarah MacLean.
Solo una dama puede derrotar al
más indomable de los canallas
Temple es más conocido como el
“duque asesino” desde que años atrás fuera señalados como el autor de la muerte
de Mara Lowe, la joven dama que iba a convertirse en la esposa de su padre.
Incapaz de recordar qué sucedió realmente, lleva doce años reinando en los más
ocuros rincones de Londres, convencido de que no hay redención posible para él.
Mara se juró a sí misma que jamás
regresaría al mundo del que hace años huyó, pero cuando su hermano pierde toda
su fortuna en El Ángel Caído, la casa de juego con peor fama de la ciudad, se
verá obligada a internar hacer un pacto con Temple, el hombre que no esperaba
volver a ver y que resulta ser uno de los dueños del Casino.
Temple cree haber hechos un buen
trato hasta que se da cuenta de que la dama oculta más de lo que parece y va a
necesitar cada pizca de su fuerza de voluntad para resistir la atracción que
siente por esa misteriosa y enloquecedora mujer, que parece dispuesta a
arriesgarlo todo por honor…
Me he leído el libro en cuestión
de horas. Como todos los suyos, vaya. Es increíble la capacidad que tiene Sarah
MacLean para superarse en cada libro con la historia, los personajes, y todo en
su conjunto. Si Cross ya me encantó, Temple… ufff. Increíble. No sé todavía
cuál me ha gustado más. Aunque mi favorito siempre seguirá siendo Ralston.
Lo tengo muy claro: esta mujer
tiene un don. Esa capacidad absolutamente alucinante de mostrarte el alma de
sus personajes de forma que fuera como si les conocieras de toda la vida, de
que les entiendas, de que puedas ponerte en su lugar. Esa imaginación que hace
que tenga todas las piezas del puzle encajadas desde el principio, pero te las
vaya mostrando poco a poco hasta que ves cómo todo encaja perfectamente. La
adoro.
Os cuento. William Harrow (ese
nombre me ha dado en la diana), duque de Lamont (o Temple para los amigos), se
despertó con 18 años en una cama ajena, llena de sangre. No recordaba nada de
la noche anterior en la que, supuestamente, asesinó a la joven Mara Lowe, la
que sería la cuarta esposa de su padre. Y él tuvo que acarrear la ruina de ser
llamado el “duque asesino”.
Doce años después, los fantasmas
han vuelto. Sólo que la dama es demasiado sólida para ser un fantasma. Con la
aparición de Mara Lowe, Temple se ha dado cuenta de que no es un asesino y una
nueva idea se ha instalado en su cerebro: la venganza. ¿Por qué huyó
arruinándole la vida? Ella por su parte tiene otras ideas y le propone un trato
a Temple: descubrirse ante la sociedad y lavar su nombre a cambio de que él
perdone las deudas de su hermano.
Sin embargo, esta conversación
hará que comience un juego muy peligroso en el que al final ni ellos mismos
sabrán por qué luchan.
Desde los libros anteriores, ya
le había cogido mucho cariño a Temple. El grandullón sonriente que tenía su
ring como segunda casa. Aquí vemos otro Temple, uno que nos enseña que la mejor
razón para pelear es hacerlo por proteger a la persona que amas. Me ha
enamorado totalmente su fuerza, ya no física, si no interior. Su instinto
protector, su capacidad de perdón. Esa habilidad para salir adelante después de
perderlo todo.
En cuanto a Mara… la he llegado a
admirar. Vale que lo hizo mal escapándose y colgándole el muerto a él pero… Hay
que entenderla. Y dejando aparte sus razones, esa fuerza que tiene en su
interior, ese carácter, esa habilidad para sobreponerse a los problemas… Esa
valentía indescriptible que la hace hacer cualquier cosa por salvar lo que le
importa. Es una protagonista maravillosa. Y la pareja perfecta para Temple,
puesto que, aunque no lo parezca al principio, se parecen mucho.
Por su parte, los secundarios…
como siempre geniales. He querido estrangular a Bourne y Cross en alguna
ocasión, pero luego se me ha pasado. Y Pippa y Penélope como siempre estupendas
y adorables. En cuanto a Chase… Ay, Chase. También he querido pegarle pero es
imposible que me caiga mal. Chase es Chase. Es increíble como lo tiene todo
pensado, hasta el más mínimo detalle. Yo ya conocía el secreto de Chase pero,
para quien no lo sepa, se enterará en este libro.
Luego están una docena de niños
encantadores a los que es imposible no querer. Del primero al último. Daniel,
Henry, George y los demás os robarán el corazón desde el minuto uno. Y también
está Lavanda. Voy a dejar que descubráis vostr@s todo sobre este personaje
entrañable que me he encantado. Y muchos más que no nombro pero que convierten
este libro en brillante (me declaro fan de Duncan West).
Así que, una vez más, me quito el
sombrero ante ti, Sarah MacLean. Y estoy segura de que, con ese epílogo, ya nos
estás mostrando cómo será el libro de Chase. Absolutamente grandioso. Estoy
deseando leerlo. Y tú, ¿ya eres SarahAdicta? Si no, te recomiendo todos sus
libros. Del primero al último.
¡¡Hasta otra!!
¡Hola!
ResponderEliminarPues no he leído nada de la serie pero tiene muy buena pinta, así que me los apunto!!!!
Besos
Me lo apunto ;) Hace tiempo que quiero leer algo de esta autora y este parece perfecto para empezar, para mí los personajes son cruciales y por lo que cuentas parece que MacLean consigue unos muy creíbles.
ResponderEliminar¡Un beso! Ya te sigo.
Acepto tu recomendación jiji, tengo que leer a esta autora cuanto antes.
ResponderEliminarBesos!