ADIVINA QUIÉN SOY

¡Hola, amantes de la lectura! Hoy os traigo lo nuevo de Megan Maxwell, que vuelve a atreverse con la literatura romántica-erótica: Adivina quién soy. 

Yanira trabaja de cantante en los hoteles de Tenerife. Está soltera y vive rodeada de su familia. Su vida es plácida y, en cierto modo, acomodada. Pero a Yanira le gusta experimentar cosas nuevas, y decide adentrarse en el mundo de los intercambios de pareja. En uno de los bares que frecuenta conoce a un italiano que le enseñará que el sexo va mucho más allá de lo que ella conocía hasta el momento. Un año más tarde se traslada a Barcelona y comienza a trabajar de camararera en un crucero. En el barco también está Dylan, un atractivo empleado de la sección de mantenimiento que apenas le hace caso, a pesar de las continuas sonrisas de Yanira. Lo que ella no sabe es que la observa más de lo que cree, y aunque los malentendidos surgen entre ellos le hacen pensar lo contrario, la atracción que sienten les hará encontrarse y compartir un sinfín de juegos morbosos, divertidos y sensuales.

Bueno lectores, que la portada sea un flor como ocurrió en la trilogía de Pídeme lo que quieras, ya da a entender de qué va a ir este libro. Sexo, amor y más sexo. Un libro con un erotismo típico de Maxwell, aunque si se compara con la historia de Eric y Jud, es mucho más light, y no hay tantos terceros o más personas como yo esperaba. 

Este libro tiene una trama sencilla: chica curiosa se encapricha de un compañero de trabajo guapísimo, y terminan enamorándose, empezando así una vida juntos. 

La novela puede dividirse en tres partes. 

La primera es cuando Yanira descubre el mundo de los locales de intercambio de pareja. Creo que esta parte es muy introductoria, ya que te explica quién es la chica, quienes son su familia y sus amigos. 

En mi opinión, muchos capítulos perdidos cuando en dos o tres podía bastar para profundizar en el año anterior a la aventura real de la vida de Yanira. Pero bueno, va bien para conocer a la protagonista, y ver lo bien que se lleva con sus hermanos, cada cual más especial... y lo maja que es su mejor amiga. Coral es romántica y una bonachona, pero pronto se convertirá en una devora-hombres. 

La segunda va desde que Yanira trabaja en el barco hasta que va a Puerto Rico. 

En esta parte no sólo vemos amor y sexo, sino que nos encontramos con una Yanira mucho más peleona y con muy mala leche. Es más agresiva de Jud, cosa que me impedía ver a nuestra chica Flores en ella en la mayoría de ocasiones. Pero su salero y su sonrisa hace que el contraste de mujer con malas pulgas quede atrás.

Dylan, es todo un misterio. Guapo y encantador, demasiado pulcro y bonachón, tiene algo qué te tiene en ascuas toda esta parte. Que Yanira se crea que es gay y que está liado con Tony... no sé, yo siempre pensé que lo que unía a esos dos era definitivamente lo que se acaba descubriendo. Es un encanto de hombre, pero es tan parecido a Eric Zimmerman que me dan ganas de tirarme los pelos.

En esta parte nos encontramos con Omar, el señor tiburón, que no termina de encajar en la historia. Y también con Tony, como no, tan ingenioso y majo como de costumbre. 

ATENCIÓN SPOILER * Super irreal que Dylan le pida matrimonio a Yanira tras, ¿cuánto tiempo juntos? ¿Un mes, dos? Esta novela tenía un ritmo demasiado frenético para mi gusto... * FIN DEL SPOILER.

Ahora bien, la tercera parte va de Puerto Rico al final de la novela y si no os habéis terminado el libro, os aconsejo no seguir leyendo, porqué pienso hacer spoiler por doquier.

Dylan lleva a Yanira a Puerto Rico para que conozca a su familia. Su padre es un Ogro, y sacará de sus casillas a Yanira. 

Pero estos encontronazos, así como una niña pequeña llamada Preciosa, nos hará ver que Yanira es un trozo de pan, una mujer que prefiere ser herida a herir a sus seres queridos. Vemos una mujer enamorada, pero también luchadora. Es una peleadora, mucho más que Jud. Es una mujer de armas tomar. 

Vemos un Dylan más enamorado, y que siempre intenta satisfacer a su padre, un tipo que, en apariencias es un gruñón, pero luego se ve que es un trozo de pan. Un poco cabezota, pero un trozo de pan. 

Dylan se volverá más atrevido en los juegos sexuales que comparte con Yanira, hasta el punto que yo me quedaba con cara de "ESTO NO ES NECESARIO". Impresionante. Creo que Maxwell también se ha vuelto más atrevida en este tema, aunque me ha sorprendido que no hayan habido tantos tríos ni tantas cosas como vimos en Pídeme lo que quieras.

Tony sigue siendo ese chico graciosillo que antes, aunque vemos un hombre más maduro, mucho más sensible y mucho más serio. El Wepaaa es el nuevo Azúcaaaaar de Jud. Y eso lo vi innecesario. No hay por qué explotar los mismos elementos, porqué yo me encontraba pensando "¿qué estoy leyendo? ¿Pídeme o Adivina?". Pero bueno, como Tony es un encanto, se le perdona.

Omar también cambia mucho en esta parte del libro. Aunque empieza siendo un tiburón, luego vemos un hombre dispuesto a cambiar, a ser mejor persona, a ser mejor todo. De tiburón a delfín, así como le pasa a su padre.

En esta parte también aparecen personajes que creo que debéis conocer vosotros mismos: la bonachona de Tata, muchos cantantes famosos, así como la pequeña Preciosa... luego están la sosa de Tifany, la bruja de Elsa y sobre todo, la odiosa zorrona (siento la palabra, pero no puedo evitarlo) de Cathy. Qué alguien acabe con ésta última por favor, por su culpa el libro acaba como acaba y...

OH DIOS MÍO EL FINAL. ATENCIÓN SPOILER * ¿En serio, Megan Maxwell? ¿Tenías que hacer que un coche la atropellara? Por favor, no la dejes en coma, o a mí me da algo... * FIN DEL SPOILER. Lo he tenido que leer tres veces y me he quedado en shock. Es como si en vez de pasarle a Yanira le estuviese pasando a Jud y me han entrado todos los males por haber. Madre mía, qué final. Necesito saber qué ocurre, así que no sé si podré esperar tres meses para el desenlace de esta bilogía. 

Así pues, si os gustó la historia de Eric y Jud, creo que no podéis dejar escapar la oportunidad de conocer a Dylan y a Yanira, aunque sí que es cierto que este libro no está a la altura de la trilogía. Creo que el listón de Pídeme lo que quieras estaba muy alto, y este libro no ha llegado a alcanzarlo. Pero si os gusta Megan Maxwell, creedme, tenéis que leer este libro.

Puntuación (sobre 5):