SANGRE AZUL

¡¡Hola lectores!! Os traigo la  reseña de la segunda parte de la saga de Vampire Academy, escrita por Richelle Mead. SI NO HAS LEÍDO VAMPIRE ACADEMY NO SIGAS: CONTIENE SPOILERS

Rose Hathaway tiene un serio problema. Su guapísimo tutor Dimitri se está fijando en otra, su amigo Mason está colado por ella y el vínculo telepático que tiene con su mejor amiga la vuelve loca cuando ésta se enrolla con su novio, Christian. Entonces un gran ataque Strigoi pone en alerta a la Academia, que no está dispuesta a correr ningún riesgo: este año, la semana de esquí con motivo de las fiestas de St. Vlad, será obligatoria. Pero el resplandeciente paisaje invernal y la elegante estación de esquí de Idaho sólo crean una ilusión de seguridad. Cuando tres estudiantes escapan para contraatacar a los mortales strigoi, Rose tendrá que unir sus fuerzas con las de Christian para rescatarlos. Sólo que esta vez, Rose y su corazón, corren un peligro mayor de lo que podría imaginar.

Ni que decir tiene que en cuanto terminé Vampire Academy, me puse con este libro. Y, aunque me ha gustado algo menos que el primero, lo he disfrutado igualmente.

Os cuento. El primer libro acaba con los planes frustrados de Victor por secuestrar a Lissa y obligarla a que lo curara de su extraña enfermedad y Dimitri diciéndole a Rose que es imposible que estén juntos por su condición de guardianes. Ahora, es otro peligro el que preocupa a la comunidad vampírica. Su más y temible enemigo: strigoi.

Contra todo pronóstico, los strigoi parecen estar creando estrategia y uniéndose en grupo para acabar con los moroi. Un plan terrible parece estar fraguándose entre los vampiros malvados y no se tiene mucha de idea de qué puede ser. Así, evacuan la Academia para juntar a los moroi y dhampir con sus familias en un complejo de esquí.  Allí, Rose vivirá ciertas cosas que harán que no vuelva a ser la misma.

He de decir que Richelle Mead no ha bajado el ritmo y ha logrado que no fuera capaz de desengancharme del libro. Si bien es cierto, que algo me ha fallado, no sé muy bien qué. Quizá fuera la trama, que parece una introducción a lo que viene próximamente, o la actitud de algunos personajes, pero no he terminado con el mismo alucine que sentía por Vampire Academy.

Rose sigue siendo mi personaje favorito, aunque aparecen dos nuevos que considero dignos de mención. Me ponía en el lugar de Rose y pensaba que de estar en su piel ya me hubiese vuelto loca. El vínculo con Lissa, que cada vez parece más fuerte, y la preocupación permanente de que vuelva a estar fuera de control al usar la magia del espíritu. Su amor por Dimitri, que tiene que tragarse porque él no quiere ir a más. Mason, que la adora, aunque ella no le pueda corresponder. Y ahora ha vuelto a ver a su madre, y Rose no deja de preguntarse si podría haber sido todo de otra forma con ella.

Así que admiro a Rose por mantenerse cuerda entre todo ese caos. Es cierto que algunos de los comportamientos que tiene en este libro dejan mucho que desear pero, a la hora de la verdad, es el mejor personaje.

Voy a hacer mención especial a uno de los nuevos personajes: Adrian. Aunque merezca más de un puñetazo, me parece un personaje bien estructurado y que tendrá mucho que decir en los próximos libros. Creo que Adrian será una pieza importante en toda esta historia.

La pluma no ha bajado calidad, quizá haya incluso mejorado. La capacidad de Richelle de ir al grano y no dar vueltas innecesarias me encanta y la agradezco, pues pasan demasiadas cosas seguidas como para tener que leer paja.

Y el final. Me estuve mordiendo las uñas, lloré, me mordí las uñas mientras lloraba… Un final espectacular. Y también un final que me ha cabreado. *ATENCIÓN SPOILER* ¿Hacía falta matar a Mason? ¿Eh? ¿Hacía falta? Que se lo ha cargado en dos líneas, sin pena ni gloria ¬¬ *FIN DEL SPOILER*

Así pues, voy a coger Bendecida por la sombra lo antes posible. Y yo os sigo recomendando esta saga. Pese a que me ha gustado menos en comparación con el primero, sé que este libro es la calma antes de la tormenta. Y qué miedo me da.

¡¡Hasta otra!!