¡¡Hola
lectores!! Es viernes y toca el quinto libro. Continuamos con las aventuras de
nuestro mago favorito.
Lord
Voldemort ha vuelto. Harry está convencido de que la comunidad mágica tiene que estar en crisis e intentando luchar contra él. Nada más lejos de la realidad.
Pero no puede saberlo porque Ron y Hermione no le han contado nada de lo que
está pasando. Harry se encuentra más aislado que nunca del mundo mágico.
Cuando
un par de dementores atacan a Harry y a su primo, el joven mago se ve obligado
a usar la magia y es expulsado de Hogwarts. Acto seguido, un grupo de magos le
rescata de casa de los Dursley y es llevado al cuartel general de la Orden del
Fénix. Allí, se entera de que el Ministerio de Magia le trata de chiflado y no
acepta la vuelta de Voldemort. La subsecretaria del ministro, Dolores Umbridge,
se encargará de tener vigilado a Dumbledore y a Harry. A su vez, el Señor
Tenebroso, desde el anonimato, busca algo que no tenía la última vez… un arma.
Este
es el más largo de toda la saga. Pero me encantó, igual que todos. Y perdonadme, pero la película fue un asesinato. Le pegaron una patada al libro y se quedaron tan anchos. Sé que es muy largo pero se dejaron cosas que luego eran importantes y les costó explicar.
Harry vuelve
a ser objeto de cuchicheos y burlas porque muy pocas personas se creen su
versión respecto a lo que pasó en la final del Torneo de los Tres Magos. Básicamente,
la gente tiene un miedo atroz a que Quién-vosotros-sabéis haya vuelto. Pues
nada, decimos que el chico está loco y punto. Y claro, Cedric Diggory murió en
un “trágico accidente”. La verdad, te llegas a plantear por qué la gente está
tan ciega. ¿Quién iba a inventarse una cosa así? Es absurdo. Pero claro, el
Ministro de Magia no destaca precisamente por tener muchas luces.
Así
que la misión de Harry es batallar contra Dolores Umbridge, nueva profesora de
Defensa Contra Las Artes Oscuras, que va a hacer todo lo posible por
desacreditar aún más a Dumbledore y hacerse con el control de Hogwarts. Y si
por el camino castigamos a Harry unas cuantas veces para que se grabe en la
piel que no debe decir mentiras, mejor que mejor. Qué personaje más repugnante.
Aunque tiene el castigo que se merece. Punto para los centauros.
Además,
Harry padece un trastorno del sueño basado en lo que piensa Voldemort. Si el
malo piensa en una puerta, Harry sueña con una puerta; si está controlando a
Nagini para que ataque al señor Weasley, Harry sueña con que es la propia
serpiente. Para volverse loco. Todo esto deriva en que Snape tenga que
enseñarle Oclumancia para lograr bloquear los pensamientos de Voldemort. Desde
luego, no es el mejor año de Harry.
Pero
no todo van a ser desgracias. Como Umbridge se ha propuesto que los alumnos no
toquen una varita en lo que les queda de vida, Hermione tiene la brillante idea
de que Harry enseñe a todo aquel que quiera escucharle. Y así, con ayuda de
Dobby, nace el Ejército de Dumbledore (ED). Sus miembros son todos aquellos que
sí creen que Voldemort ha vuelto, como la encantadora Luna Lovegood, a quién
tenemos el placer de conocer en este libro. La gente dice que está loca pero,
en realidad, tiene la cabeza muy bien amueblada. Ve lo que otros no pueden, más
allá de las estrambóticas criaturas mágicas que solo existen para ella. Luna
exasperará mucho a Hermione, qué es más de “si no lo veo, no lo creo”. A mí me
encanta la forma que Luna tiene de ver el mundo.
Otro
miembro del ED, muy importante para Harry, será Cho Chang. Ahora que no está
Diggory, pues se ha fijado más en Harry. Es que me caía mal. Y con razón. Las
amigas no las elige bien, eso desde luego. Dónde esté Ginny que se quiten las
demás. Pero Harry no ve más allá de su nariz en este aspecto. Paciencia.
Los
gemelos Weasley también tienen mucho que decir en este libro. Sus productos
para la tienda de artículos de broma "Sortilegios Weasley" son todo un éxito entre los alumnos y un
verdadero dolor de cabeza para Umbridge. Me reí muchísimo con el episodio de
los Magifuegos Salvajes Weasley, fue tremendo. Es para hacerles la ola a Fred y George. Son tremendos siempre pero en este libro se salen. Geniales.
Ron
también destaca bastante, sobre todo con sus aventuras como guardián del equipo
de Quidditch de Gryffindor. Nadie da un galeón por él pero al final nos
sorprende. Malfoy se queda con un palmo de narices. Yo quería leer esa parte de
la historia pero la autora prefirió que Hagrid nos presentara a su hermanastro,
Grawp. Sí, el gigante arranca-árboles. Me cae bien. Al fin y al cabo sólo hay
problemas de comunicación.
Y también volvemos a ver personajes de los libros pasados, miembros de la Orden del
Fénix, como Lupin y Ojoloco. Sí, el Ojoloco de verdad. También aparece gente
nueva como Tonks. Y, por supuesto, tenemos a Sirius. Que el pobre no puede
salir del cuartel general porque aún está en busca y captura. No le perdonaré
jamás a la autora que lo matara. Vamos a ver, por fin Harry tiene a alguien
parecido a un padre en su vida, ¿y tú vas y lo matas? No. No me gustó el final
del libro en ese aspecto. Tuve que sacar los pañuelos.
Luego
por fin sabemos por qué Voldemort quiso matar a Harry cuando era un bebé. La
verdad, Dumbledore podría haber hablado antes. Nos habría ahorrado muchos
dramas. Pero entiendes porque no lo hizo. Hasta los sabios se equivocan alguna
vez.
En
fin, es difícil resumir casi 900 páginas, sobre todo si tienes tanto que
contar. Seguid con nosotros lectores. Mañana, Harry Potter y el
misterio del príncipe.
¡¡Hasta
otra!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Hola! Tus comentarios nos ayudan a crecer y ¡nos hacen muy felices! Pero recuerda, respeto hacia el resto de lectores y nada de spam.
¡Muchas gracias!^^