¡¡Hola lectores!! Como os dije, os traigo el último libro de
Khaled Hosseini, Y las montañas hablaron.
La historia arranca en una remota
y desolada aldea de Afganistán, donde Sabur y su segunda mujer se enfrentan en
condiciones precarias a la llegada de otro invierno implacable. Abdulá, el hijo
mayor, de diez años, ha cuidado de su hermana Pari desde que era pequeña, y
ahora ambos escuchan cautivados la triste historia que les relata su padre
antes de acostarlos, la víspera de iniciar un largo viaje que los conducirá
hasta Kabul. Allí, en las bulliciosas calles de la capital, dará comienzo este
fascinante itinerario que guiará al lector desde el otoño de 1952 hasta el
presente, de Kabul a París, desde la isla griega de Tinos hasta San Francisco.
Para empezar, decir que la portada del libro me encanta. Refleja muy bien cual es la historia que se cuenta en sus páginas con las plumas y esas tres siluetas que tienen mucho que decir.
Bueno lectores, este libro es
diferente a los dos anteriores. La estructura de la historia ha cambiado. En
esta ocasión, la historia gira alrededor de la decisión de Sabur de vender a su
hija Pari a la familia Wahdati. El frío se acercaba y no quería ver cómo perdía
a otro hijo a causa de las bajas temperaturas. Al menos yo lo veo así. Lo hizo
con dolor pero también lo hizo por ella. Al principio me enfadé pero conforme te lees el libro te das cuenta de lo que una persona es capaz de hacer por un hijo.
A partir de ese momento vemos
crecer diferentes tramas cuyos protagonistas son personajes muy completos que
parecen tener historias y vidas diferentes pero que convergen en un único
punto: el fuerte lazo que une a Pari con Abdulá, su hermano. Esa conexión que
ambos tenían se hace patente durante el libro.
No voy a hablaros de los
personajes porque son muchísimos pero todos muy importantes. Personajes tan
reales como la historia que cuentan. Personajes que respiran y que parece que
de un momento a otro saldrán del libro. Las historias que contaba Hosseini en
sus otros libros pasaban de verdad en Afganistán más de una vez y esta no es
una excepción. Así, conocemos a grandes personajes como Nabi, Parwana, Markos,
Thalia, Nila, Suleimán, Idris, Roshi y, por supuesto, Abdulá y Pari. Además,
durante los años en los que se produce la historia (1952-2010) conocemos a los
descendientes de los primeros personajes con lo que llegas a sentir que estos
no se pierden del todo.
Todo ello está incluido en el
contexto de la guerra de Afganistán pero menos presente que en los otros dos
libros. Se centra más en las diferentes historias que a veces parecen relatos
independientes entre sí pero que tienen mucho que ver unos con otros.
En cuanto al final, supongo que
me esperaba otra cosa. No me malinterpretéis, el final está muy bien pero no
creía que fuera a ser así. Cuando leí Mil
soles espléndidos pensé que no era justo lo que pasaba, pero luego te das cuenta de que si
el libro hubiese acabado de otra manera no hubiese sido tan real. La decisión
de uno de los personajes fue lo que precipitó los acontecimientos. Aquí, sin
embargo, es la vida la que teje las consecuencias. Y aunque sigue siendo muy
real, podría haber acabado de otra forma.
Aún así, leéroslo. El libro es
maravilloso. Una historia donde puedes observar las muchas formas que tiene el
amor, el valor, la resignación, el sacrificio y la traición. Y como una
decisión puede cambiar la vida de muchísimas personas en una fracción de
segundo. Recomendado.
¡¡Hasta otra!!
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